Cómo saber si es un buen momento para comenzar un proceso terapéutico/analÃtico.
Sin duda resultan diversas las razones que llevan a una persona a consultar con un psicólogo. Por lo general, un buen momento para consultar resulta ser aquel en donde la persona se encuentra con dificultades o problemas sobre los cuales no encuentra una salida. Esta situación se puede manifestar de diversas maneras, como por ejemplo:
Dificultades en las relaciones interpersonales: familia, amigos, pareja, etc.
Dificultades en situaciones laborales, académicas u otras.
Dificultades en torno a la sexualidad y género
Problemáticas en torno al estado de ánimo (desgano, sensación de tristeza, falta de energÃa; o sensaciones de irritabilidad constante, euforia, etc.)
Problemáticas vinculados al espectro alimenticio y a la autopercepción de la imagen
Situaciones de duelo o pérdidas
Otros
*Esta lista no pretende ser exhaustiva, sino más bien ejemplificar situaciones
Existen también situaciones en donde la persona tiene una pregunta sobre sà mismo, que lo interroga o acompleja, en donde la escucha de un otro permite un trabajo sobre ese malestar.
Allà donde las palabras no alcanzan
Pero también existen momentos en donde resulta difÃcil articular el malestar que se siente con palabras. En esos momentos en donde la voz no logra manifestarse, el cuerpo comienza a hablar a través de sÃntomas como dolores corporales, insomnio u otros; las llamadas "somatizaciones".
El cuerpo comienza a hablar a través de sÃntomas
Son estos momentos en donde consultar con un psicólogo puede permitir poner en palabras el malestar y, a partir de esto, comenzar a trabajar sobre ello. AsÃ, no es necesario tener un problema en concreto para poder asistir con un psicólogo; al contrario, las sesiones pueden ser justamente una instancia que permita verbalizar esas dificultades.
(Solamente) una escucha
Por otra parte, hay casos donde las personas solo quieren ser escuchadas, puesto que en su vida cotidiana carecen de espacios en donde puedan hablar de sà mismos. En estos casos, la escucha que propone un psicólogo permite un quiebre en la rutina diaria, para detenerse a pensar un tiempo sobre sà mismo.
Puesto que, finalmente, la visita al psicólogo es eso, un espacio y tiempo en donde poder pensarse a sà mismo.